Continuamos con la segunda parte de nuestros post dedicados a Mad Men. A continuación os contamos lo que nos han parecido la serie a partir de la quinta temporada y con spoilers del final, ten cuidado con las siguientes líneas...
La nueva empresa con los nuevos socios, nos traen tramas más interesantes con los clientes, más tramas de Peggy y los directivos y más acción publicista. Megan ya no es una secretaria y aunque se le dé bien eso de hacer eslóganes y tener un buen ojo para crear spots televisivos, era lógico que no iba a durar mucho en la empresa. Megan lo que quiso siempre es ser actriz y ahora que está en una buena posición económica y social, quiere intentarlo. Al principio no tiene mucho éxito pero a medida que va teniendo audiciones y los directores de series y cine van confiando en ella, a Don se le rompen los esquemas. Tenemos que recordar que la serie se ambienta en los años 60-70 y que la mujer fuera a trabajar, gane su propio sueldo y además sea actriz (con las posibles escenas sexuales que puedan aparecer) a los hombres de esa época no les gusta. Ese tema, el machismo, está bastante presente en la serie y Don es un buen ejemplo de ello. Le cuesta bastante aceptar ese aspecto de la nueva profesión de Megan y hay momentos muy tensos entre ellos por ese motivo.
No podemos olvidarnos de la marcha de Peggy a la competencia donde se ve más valorada y que nos pilló de sorpresa. ¿Dejarían de mostrarnos la vida de Peggy? ¡Queríamos a Peggy! Menos mal que finalmente con la fusión, pudimos disfrutar más de ella. La muerte de Lane no nos gustó tampoco porque le dieron un final demasiado radical. No era nuestro personaje favorito pero nos hacía gracia en algunas ocasiones su toque british.
Sally tiene unos momentos bastante interesantes, tanto pillando infraganti a Roger con la madre de su madrastra como pillando a su propio padre con la vecina. A partir de ese momento, Sally ya es un adulto y sus padres, sobre todo Don, se dan cuenta de ello y actuarán en consecuencia.
De la ahora Betty Francis poco podemos decir, salvo que la hemos echado de menos en bastantes ocasiones. Sus aventuras con la báscula y los continuos cambios de look (¡¿ese tinte negro en el pelo?!) hacen que se note aún más la inseguridad y lo perdida que está en la vida. Aunque lo niegue, ella era feliz con Don porque eran tal para cual, pero Henry le aporta la estabilidad que está bien para las apariencias.
Por último, la séptima temporada nos muestra el declive del matrimonio Don-Megan. Era más que evidente que esa relación iba a acabar mal y sinceramente, nos la esperábamos peor. La distancia ha querido ser la excusa de la ruptura, pero no era más que el egoísmo de cada uno el que fue mellando la relación hasta hacerse inevitable ese final. En esta ronda de capítulos también vemos cómo el alcoholismo (irónico que el actor en la realidad también tuviera los mismos problemas como su personaje) va destruyendo a Don hasta hacer peligrar su trabajo.
La huída de Don y su recorrido por medio país en coche nos trae una faceta de nuestro protagonista que, aunque se había perfilado, al fin ha conseguido salir a la luz. Don consigue aceptar que está viviendo una mentira, que por más que lo ha intentado nunca ha sido feliz ni como Dick ni como Don y no ha querido que nadie le hiciera feliz. La única cosa en el mundo que le hace realmente feliz y en la que se encuentra bien es en el mundo de la publicidad, sobretodo cuando tiene una gran idea.
Es lo que pasa en el final de la serie. Este capítulo nos ha traído la verdadera felicidad en forma de coca-cola. Porque cuando hablamos de publicidad, de anuncios televisivos, en cualquier parte del mundo, la imagen de una botella de coca-cola es lo que viene a la mente. Don es feliz porque se le recordará como el creador del slogan perfecto, por coca-cola.
En este final también nos cuentan el camino de los personajes más importantes de la serie. Peggy encuentra el trabajo que ha ansiado toda su vida y casualmente al lado del amor de su vida Stan. Peter consigue tener dinero, un puesto respetable y recuperar a su familia. Quién iba a decir que Peter, el hombre infiel de manual, que se perdía detrás de todas las faldas, el hombre que no quería hijos, lucharía así por Trudy y por su hija Tammy. Betty, ese personaje marginado, ridiculizado y desperdiciado durante toda la serie encuentra en su hija el mejor apoyo y aunque tenga un cáncer terminal como diría María Isabel “antes muerta que sencilla”. Esa imagen final de Betty fumando y Sally fregando los platos formará parte de la historia de la serie. Por último, Roger consigue amar a la madre de Megan y Joan tiene que decir adiós al que podría ser el hombre de su vida, pero en realidad ella es feliz con su trabajo y su estilo de vida independiente.
Puede que nos dejemos partes que igual vosotros consideréis clave en la serie, escenas importantes o incluso personajes. Con Mad Men nos ha ocurrido que nos han contado muchas cosas a través de los detalles, los silencios y las miradas. Muchas de nuestras sensaciones al ver la serie, creednos, hemos intentado plasmarlas en un post pero es muy difícil contaros con palabras lo que hemos sentido. Don tiene muchas cosas en su personalidad que daría para escribir mucho sobre él, al igual que muchos de los personajes que lo rodean.
Nuestra puntuación: 8.5/10
Sin embargo, es nuestra opinión, queremos saber la tuya. ¿Qué serie sustituirá a Mad Men? ¿Habrá un nuevo Don Draper? ¿Qué opináis del final? ¿Os lo esperabais así o preferís otro final? Cuéntanoslo todo en los comentarios ¡Te esperamos!
Comentarios
Publicar un comentario