La gran sorpresa de este año, la que ha descubierto el lado bueno de Matthew McConaughey y Jared Leto. Sí, hoy os hablamos del gran éxito de 2013: Dallas Buyers Club.
Basada en hechos reales, Dallas Buyers Club nos traslada a los años 80 cuando se empezó a diagnosticar la grave enfermedad del SIDA. En particular, nos trae la historia de Ron Woodroof, un hombre homófobo, borracho y drogadicto que sufrió esa enfermedad.
(Si no has visto la película no deberías seguir leyendo, las siguientes líneas contienen bastantes partes del argumento.)
Ron Woodroof es nuestro protagonista. A causa de las drogas y sobre todo del sexo sin protección, contrae la enfermedad del SIDA. Una enfermedad que por esa época poco se sabía y que se atribuía a homosexuales. Le dieron 30 días de vida y aunque al principio no quiso aceptar su enfermedad, siguió con su vida normal. Pero al ver que no mejoraba y comenzaba a empeorar gravemente su salud, se informó de las medicinas disponibles en el mercado y acudió al hospital a pedirlas.
El hospital, viendo que tenían varios pacientes afectados por esa enfermedad, vieron el negocio asegurado y se aliaron con una empresa farmacéutica que fabricaba AZT. Esta medicina no mejoró en nada su salud y Ron decidió probar todo lo que pillaba por ahí creando un negocio alrededor de las drogas.
Pasaron los 30 días diagnosticados, se encontraba mucho mejor y todo gracias a un médico de México que era el que le suministraba las medicinas que estaban prohibidas en Estados Unidos. Junto a su amigo Rayon, un travesti también enfermo de SIDA, decide montar un negocio, suministrando las drogas a los enfermos como ellos y cobrando por ello. Su negocio, más bien un club, permitía a los afectados ser socios y así poder consumir las medicinas que alargarían su salud.
Este club fue creciendo en socios, en envergadura y en poder, hasta el punto que los hospitales dejaban de tener los pacientes. Ante esta bajada de gente, el hospital decide tomar cartas en el asunto y avisar a la organización para que desmantele ese club “ilegal”.
En el papel de Ron Woodroof está la gran estrella revelación de este año: Matthew McConaughey. Acompañándolo nos encontramos a Jared Leto, que interpreta a Rayon, su compañero en esta aventura. Juntos nos muestran cómo fue avanzando su enfermedad y sobre todo su amistad.
Sin duda es una película que ha marcado un antes y un después, no solo en la carrera de su protagonista que sigue cosechando éxitos como True Detective sino también en Jared Leto, que también ha recibido un Oscar por su participación.
Muchos piensan que este oscar es inmerecido y que debería haber sido para Leonardo DiCaprio y su actuación en El Lobo de Wall Street. Nosotros no pensamos así ya que en este film Matthew es capaz de mostrarnos la verdadera cara de Ron Woodroof, ser un personaje totalmente distinto a lo que ha hecho antes y ¡caray! cómo lo hace. Lo de Jared Leto es increible, meterse en ese papel ha tenido que ser realmente difícil y lo que más nos sorprende y agradecemos es que le proporciona personalidad y no una simple parodia a los travestis.
Básicamente, recomendamos ver esta película por su argumento (abstenerse los que sufran con películas sobre enfermedades graves) y por sus dos protagonistas. Pero una cosa que no entendemos es la participación de Jennifer Gardner, lo hace bien pero pasa totalmente desapercibida, cualquier actriz, posiblemente, lo hubiera hecho mejor.
Nuestra puntuación: 9.5/10
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